domingo, 24 de junio de 2012

180 minutos después

Sábado, 14:50hs, mate en mano, en la pantalla la "Tv Pública". River enfrentaba a Almirante Brown en búsqueda del ansiado regreso a primera. A su vez, tres partidos en simultáneo donde cada gol modificaba la situación.
Final del primer tiempo, Quilmes había hecho bien su trabajo: dos a cero en el sur y esperaba el milagro. Instituto no podía quebrar a Ferro, que se mostraba peligroso en cada contra. Central perdía con Desamparados (que estaba descendiendo) y River era un puñado de nervios, apenas había generado dos jugadas de peligro y el monumental se llenaba de nubes y dudas.
Cuando empezaban los segundos cuarenta y cinco minutos, Almeyda (recibido de técnico) hizo dos cambios, entre ellos saca al capitán (Cavenaghi) para hacer entrar a Funes Mori. Lo meritorio del cambio es que entendió el partido y juntó a los que mejor se entendieron durante el torneo: Trezeguet y el nombrado Funes Mori. Resultado: dos pases del juvenil y doblete del francés, un monumental que explotaba por la vuelta a la primera. No mereció sufrir tanto River para conseguir el ascenso, Alte. Brown apenas si atacó en el segundo tiempo.
Quilmes que había hecho bien las cosas en el primer tiempo, no se desesperó y callado volvió a la A. Ayudado por las derrotas de Instituto (0-3 con Ferro) y Central (3-2 con Desamparados), quienes deberán jugar promoción. Lo dos llegaban con chances pero no supieron manejar la ansiedad y se llevaron sendas derrotas. Brindis por Quilmes, cuyo ascenso pasó desapercibido para los medios de comunicación. Hubo quienes se acordaron de Caruso, pero lo justo es decir que es quien armó este equipo y sumó muchos de los puntos que le permitieron este logro.
Domingo de super acción, Sarandí y Tigre eran ciudades preparadas para el festejo. Dos horas después, ambos celebraron. Arsenal se coronó campeón por primera vez en su historia. Sin grandes brillos, pero con contundencia: ganó 6 de los últimos 7, hizo grandes partidos (goleó a Boca en su estadio) y fue justo campeón.
Tigre sacó un empate y, por los otros resultados, logró salvarse de todo: arrancó 17 puntos abajo, casi condenado al descenso. Pero en 38 fechas logró sumar muchísimos puntos: quedó segundo en el año. Bien por Arruabarrena que nunca salió al cruce con declaraciones polémicas, siempre apoyando y confiando en los suyos. Celebró su salvación y reconoció las virtudes de su rival.
Párrafo aparte para el descenso, Bandfield finalizó su torneo como lo jugó: mal, solo 22 puntos en 38 partidos. Caía 3 a 0 en su estadio y sus hinchas provocaron la suspensión. Lo histórico es que desciende teniendo en su promedio una temporada de campeón. Resultado lógico para un equipo que no apareció. 
San Martín de San Juan y San Lorenzo se enfrentaban en una suerte de final. El ciclón tubo coraje (alguna ayuda arbitral) y logró el triunfo que lo salvó del descenso, llevando a que ambos tengan que revalidar su permanencia en primera.
Quedan las promociones, otro capítulo tensionante, una oportunidad para los de abajo y una nueva defensa para los de arriba. Temple, fortuna y coraje, elementos esenciales en lo que viene. 

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