Un técnico corre desesperado, festejando un gol que no fue. Celebra con los brazos en alto, creyendo en el milagro deportivo. Su equipo, Chacarita, mantenía la categoría gracias a un penal sobre la hora contra Chicago. De repente, la realidad le toca la espalda: el arquero había detenido el penal en el minuto 49 del segundo tiempo y le daba el ascenso a su equipo.
Al terminar el partido, el entrenador de Chicago declara que era una "injusticia" si su equipo no lograba el ascenso ya que el torneo había sido muy duro y habían sido superiores durante los dos partidos. ¿Injusticia? Es fútbol, el azar está en la baraja más allá del buen juego.
Recordemos, Chicago llegaba con la ventaja de haber ganado de local 1-0, le alcanzaba con el empate para ascender. En un partido trabado, sin demasiadas emociones, al final pasó de todo: primero gol del "torito" que daba la sensación de liquidar la serie.
Pero, el fútbol nos tenía una sorpresa. Primero empate de Chacarita después de una serie de rebotes, después el goleador de Chicago se pierde una oportunidad imperdible, solo frente al arco, mal calculo y afuera.
En la última del partido, penal infantil de un defensor y la última bola de la tarde estaba en los pies de Toledo o en las manos de Mollnor. Fue para este último, silencio en las tribunas, caras de desconcierto, festejos de un gol que fue... descenso para Chaca y B Nacional para Chicago.
En la otra promo, primó la sorpresa. Sin demasiado para destacar, Crucero del Norte (de Misiones) le ganó Guillermo Brown en Madryn y logró un histórico ascenso a la B Nacional.
El partido fue chato, sin emociones, pero que le importa al equipo del Norte que en menos de 10 años llegó a la B Nacional. Ahora habrá que ver como se adapta a esta nueva aventura, donde al menos habrá seis equipo nuevos (entres los ascendidos y descendidos de la A).
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